martes, 26 de abril de 2016

Trilce.

Trilce

XXVIII 

He almorzado solo ahora, y no he tenido
madre, ni súplica, ni sírvete, ni agua,
ni padre que, en el facundo ofertorio
de los choclos, pregunte para su tardanza
de imagen, por los broches mayores del sonido.

Cómo iba yo a almorzar. Cómo me iba a servir
de tales platos distantes esas cosas,
cuando habráse quebrado el propio hogar,
cuando no asoma ni madre a los labios.
Cómo iba yo a almorzar nonada.

A la mesa de un buen amigo he almorzado
con su padre recién llegado del mundo,
con sus canas tías que hablan
en tordillo retinte de porcelana,
bisbiseando por todos sus viudos alvéolos;
y con cubiertos francos de alegres tiroriros,
porque estánse en su casa. Así, ¡qué gracia!
Y me han dolido los cuchillos
de esta mesa en todo el paladar.

El yantar de estas mesas así, en que se prueba
amor ajeno en vez del propio amor,
torna tierra el brocado que no brinda la
MADRE,
hace golpe la dura deglución; el dulce,
hiel; aceite funéreo, el café.

Cuando ya se ha quebrado el propio hogar,
y el sírvete materno no sale de la
tumba,
la cocina a oscuras, la miseria de amor.

LXXV 

Estáis muertos.

Qué extraña manera de estarse muertos. Quienquiera diría no lo estáis. Pero, en verdad, estáis muertos, muertos.

Flotáis nadamente detrás de aquesa membrana que, péndula del zenit al nadir, viene y va de crepúsculo a crepúsculo, vibrando ante la sonora caja de una herida que a vosotros no os duele. Os digo, pues, que la vida está en el espejo, y que vosotros sois el original, la muerte.

Mientras la onda va, mientras la onda viene, cuán impunemente se está uno muerto. Sólo cuando las aguas se quebrantan en los bordes enfrentados y se doblan y doblan, entonces os transfiguráis y creyendo morir, percibís la sexta cuerda que ya no es vuestra.

Estáis muertos, no habiendo antes vivido jamás. Quienquiera diría que, no siendo ahora, en otro tiempo fuisteis. Pero, en verdad, vosotros sois los cadáveres de una vida que nunca fue. Triste destino el no haber sido sino muertos siempre. El ser hoja seca sin haber sido verde jamás. Orfandad de orfandades.

Y sinembargo, los muertos no son, no pueden ser cadáveres de una vida que todavía no han vivido. Ellos murieron siempre de vida.

Estáis muertos.



Introducción:

Trilce es el poemario más importante y conocido de Cesar Vallejo. Se publico en 1922, en Lima y esta considerado como una obra capital de la poesía universal moderna y como obra cumbre de la Vanguardia poética en lengua española.

César Vallejo la empezó a escribir en 1918 aunque su mayor parte la escribió un año más tarde, y los últimos dos poemas en 1922. La edición príncipe, es decir, la primera edición, se imprimió en los Talleres de la Penitencia de Lima, en un tiraje corto de 200 ejemplares. 

Empezó a circular en octubre de 1922, estando formado por: 121 páginas de texto y XVI de prólogo. En la portada tenía un retrato a lápiz del poeta, este retrato, lo había hecho Víctor Morey Peña. Valía 3 soles cada ejemplar y la edición costó 150 soles a César Vallejo.
El libro fue olvidado durante varios años hasta que en 1930 se publicó en España. Esto marcó el inicio de su revalorización en el mundo de las letras hispanas.


Origen del nombre:

El poemario, al principio de todo se iba a titular "Cráneos de bronce" pero empezaron a hacerle burlas y críticas a César Vallejo y este terminó modificandolo con el título "Trilce".


Contexto:

El poemario se escribió en una etapa demasiado dramática para César Vallejo por lo que se refleja en sus versos. Las razones son:
  • Su madre había fallecido en agosto de 1918.
  • Tuvo un fracaso amoroso muy escandaloso en mayo de 1919. 
  • Su amigo (Abraham Valdelomar), también falleció en noviembre de 1919.
  • Le despidieron de su trabajo a finales de 1919. 
  • Le encarcelaron, en Trujillo, durante 112 días entre 1920 y 1921.

Estructura:

Trilce esta formado por una serie de 77 poemas sin título, ya que estos están numerados con dígitos romanos. Como esta sin títulos y con números, es lo que hace diferencia de su antecesor poemario "Los heraldos negros", el cual tiene un título cada poema y además de eso tiene grupos definidos según su temática.

Esta estructura trilceana nos demuestra que tenemos que ver en cada poema una unidad subsistente por sí misma y en sí misma.


Análisis:

Es el libro de poesía más radical escrito en lengua española, apareció en el momento en que se interrumpió el Vanguardismo en el mundo y pregonaba una renovación o un cambio de los cánones de la estética.

En Trilce podemos encontrar algún reflejo de las innovaciones aportadas por el ultraísmo u otros movimientos vanguardistas contemporáneos pero lo que constituyo un ejemplo de renovación del acto poético esencial fue el esfuerzo de reducir el lenguaje a lo indispensable para alcanzar una entraña esencial.

La técnica poética se caracteriza por una violenta ruptura con toda la imitación o influencia literaria, una liberación audaz de las reglas del metro y la rima, así como la sintaxis y lógica aparente. Reutiliza palabras antiguas para la evidencia de los conocimientos amplios que el poeta tiene de los clásicos e inventa palabras nuevas, también hace uso de términos científicos y expresiones populares y de vida cotidiana. En el empeño de crear un nuevo lenguaje poético el poeta cae bastantes veces en el hermetismo, por lo tanto, para entender sus poemas tienen que ser sometidos a una hermenéutica (técnica o método de interpretación de textos).

Aparte de César Vallejo, solo Vicente Huidobro y James Joyce llevaron a cabo la experimentación lingüística hasta el extremo de la inaccesibilidad o el hermetismo.



La revista:


Omar Lara, un poeta de Chile, fundó en 1964 una revista de poesía Trilce en honor a César Vallejo, esta revista se llamaba "Hojas de Poesía Trilce" pero un año más tarde se renombró.
En 1973, la revista dejó de salir a la luz por el golpe militar de Pinochet pero en los años 80, Lara, volvió a sacar a luz varios números y en 1997 reanudó su publicación normal.



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